En el entorno empresarial moderno, el término «digital» ha ganado una importancia sin precedentes. Este artículo tiene como objetivo desentrañar las diversas dimensiones de este término, especialmente en el ámbito del marketing digital.
Tal vez usted haya participado en reuniones donde «lo digital» se presenta como un concepto vago, aunque moderno, que nadie puede definir de forma precisa. En raras ocasiones, este término se asocia directamente con el mercadeo digital.
«Digital» es un término que puede adoptar muchas formas y significados. Originalmente, se refiere a la tecnología electrónica que genera, almacena y procesa datos en estados binarios. Sin embargo, en el contexto de mercadotecnia, este concepto abarca mucho más que la mera tecnología.
Antes del advenimiento de la tecnología digital, las comunicaciones se basaban en tecnología analógica. Con la aparición de medios de comunicación más avanzados, como la transmisión por satélite y fibra óptica, el panorama digital cambió de forma significativa. Ahora, términos como «televisión digital» y «radio digital» se han vuelto comunes, impactando también las estrategias de mercadeo digital.
El enfoque del mercadeo digital no debe limitarse a utilizar canales ya existentes; también debe contemplar la creación de nuevos canales. Hace una década y media, las páginas web eran responsabilidad exclusiva de los departamentos de Tecnología de la Información (TI). Ahora, con la revolución de las redes sociales y la movilidad, la responsabilidad recae en múltiples departamentos, incluido el de mercadeo.
La transversalidad de la tecnología digital implica que debe existir una integración coherente entre diversas plataformas y departamentos. Este escenario plantea nuevos desafíos para la organización en términos de gobernanza digital.
Una estrategia digital coherente no solo se centra en campañas publicitarias o desarrollos móviles; debe abarcar una gama más amplia de consideraciones operativas y estratégicas.
En esta época de avances tecnológicos acelerados, resulta imperativo desarrollar una gobernanza digital sólida para maximizar el retorno de las inversiones digitales. Lo que no se construye hoy en términos de estrategia de mercadeo digital se traducirá en oportunidades perdidas en el futuro.
La transformación digital ha evolucionado de ser un lujo opcional para convertirse en un imperativo ineludible en el paisaje empresarial del siglo XXI. Desde nuestro primer análisis en 2015, el entorno ha experimentado cambios significativos que requieren un escrutinio más detallado. A continuación, ofrecemos una versión actualizada de nuestro análisis para el año 2023.
1. Riesgo reputacional y construcción de «canales» en la Era de las Redes Sociales
El mercado de las redes sociales ha avanzado exponencialmente Cuando escribimos por primera vez sobre el impacto del entorno digital en 2015, las redes sociales eran principalmente plataformas para compartir experiencias y crear una presencia de marca.
Según el reporte de Economía Digital de la firma Tabuga, prevé que el gasto publicitario en el mercado de la publicidad en redes sociales en el país alcance los 74,52 millones de dólares en 2023, la tasa de crecimiento anual estimada (CAGR 2023-2027) será del 4,85 %, lo que resulta en un volumen de mercado proyectado de 90,05 millones de dólares para 2027.
La cuota de mercado de Facebook representa un estimado del 38 % del mercado de publicidad en redes sociales en la República Dominicana.
Pese a este crecimiento, el panorama ha cambiado drásticamente: las redes sociales ahora son una espada de doble filo, capaces de mejorar o dañar la reputación de una marca en cuestión de minutos.
No sólo las malas críticas sino también los errores técnicos y fallos en los sistemas (como aplicaciones móviles o plataformas de servicio) pueden viralizarse rápidamente, erosionando la confianza del consumidor en un instante.
2. La persistente brecha entre TI y Mercadeo
Aunque las empresas de comunicación comercial han avanzado en su comprensión del término «digital», la comunicación entre los departamentos de Tecnología de la Información (TI) y Mercadeo sigue siendo limitada.
Esto se ve exacerbado por la «deuda técnica» acumulada en las organizaciones, lo que añade presión y hace que los proyectos se queden incompletos. Además, la adopción inadecuada de métodos Agile ha generado un ritmo de trabajo acelerado pero defectuoso, aumentando la vulnerabilidad a amenazas y errores.
3. La gobernanza en un contexto tecnológico más complejo
La gobernanza digital se ha convertido en una tarea aún más desafiante. TI ahora no solo tiene que enfocarse en la infraestructura crítica, sino que también debe adaptarse al ritmo acelerado de las iniciativas de marketing y las plataformas de interacción social.
La integración de datos dinámicos de las operaciones de marketing en la estrategia global del negocio sigue siendo un reto considerable.
4. La necesidad de homologación en el rol de la tecnología
Aunque el término «digital» ahora es más comprensible para muchos, la falta de conocimiento en el contexto técnico subraya la necesidad de una verdadera homologación del rol de la tecnología en las organizaciones.
Las decisiones tomadas en los consejos de dirección y reuniones estratégicas a menudo pasan por alto las implicaciones técnicas, lo que añade capas de complejidad y riesgo.
En la comprensión está la clave
En años recientes, el significado y alcance del término ‘digital’ han sufrido una notable transformación. A medida que las empresas profundizan su entendimiento de este concepto, se enfrentan al imperativo de adaptarse a los nuevos desafíos y oportunidades que la digitalización presenta en un mundo en constante conexión.
Es fundamental, más que nunca, establecer una colaboración eficaz entre los departamentos de Tecnología de la Información y Mercadotecnia, implementar una gobernanza digital sólida y adquirir un entendimiento holístico del papel de la tecnología en la empresa.
Esta estrategia multidisciplinaria es la llave para navegar con éxito en este terreno incierto, impulsados por líderes que promuevan el desarrollo de habilidades necesarias para superar las brechas operativas existentes.
Ahora, más que nunca, es crucial desarrollar un entendimiento más profundo sobre cómo la tecnología puede actuar como un habilitador, en lugar de un obstáculo, para el éxito empresarial.