Lectura entre líneas de la renuncia de Francisco Javier como coordinador de Abel Martínez
SANTO DOMINGO.- La sorpresiva renuncia de Francisco Javier García como coordinador de campaña de Abel Martínez, candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), representa un serio golpe de efecto para la campaña peledeísta, pero también pone sobre el tapete las tensiones que se manifiestan a lo interno de esos complejos procesos.
Una lectura entre líneas de la carta en la que García expone los motivos de su renuncia, revela al menos que el exitoso jefe de campañas políticas debió enfrentar el accionar de equipos que en paralelo desarrollaban tareas que obstaculizaban el trabajo del miembro del comité político del PLD y que ha dirigido campañas ganadoras para Leonel Fernández y Danilo Medina.
Por igual, el veterano dirigente político deja entrever que de alguna manera habría expuesto a Martínez las incidencias de la obstrucción que enfrentaría, pero que no tendría crédito a sus quejas.
Em la misiva, fechada el 22 de mayo pasado, García alude a lo que sería una incursión indeseada de Abel Martínez en materias que solo toca manejar al coordinador de campaña, y lo dice de la siguiente manera: «El candidato es el dueño de la campaña, pero el coordinador es el dueño de la misma. Es decir, ambas funciones son incompatibles. De ahí la confianza plena que debe existir entre el candidato y su jefe de campaña».
Sin que los citara directamente, García resalta que no las tenía todas consigo en lo que toca a la centralización de los ejes fundamentales de la campaña peledeísta. «Es mandatorio-apuntó-que en una campaña electoral nunca se permita la existencia de equipos paralelos».
Cabe ahora determinar, quiénes encabezarían esos grupos que, sin expresarlo claramente García, contarían con la aquiescencia de Martínez.
Un solo plan y una sola dirección que no se cumplían lucen ser los argumentos centrales con los que García basamenta su renuncia. Cabe destacar que desde hacía semanas se venía comentando sobre conflictos internos en la campaña del PLD, los que estarían motivados por discrepancias en torno a distintos aspectos relacionados con el enfoque de la campaña.
El que el propio García llame la atención acerca de que es relevante la confianza que deba existir entre candidato y coordinador, sin que de manera expresa hable de falta de ella, es otro factor que pone en entredicho la buena relación que debía existir entre Abel Martínez y Francisco Javier García.
Es evidente que en el caso de García, su control sobre los distintos aspectos que maneja una campaña era poco menos que crítico. El dirigente peledeísta reclama la necesidad de aplicar decisiones puntuales cuyo `momentum` se esfumó, o que si bien el candidato es ´dueño de la campaña´, su coordinar es a no dudar un administrador en la que teóricamente ha de ser jefe absoluto y García al parecer no lo era.
Podría aventurarse como una razón para que operen «grupos paralelos» en la campaña del PLD el hecho de que su candidato es el actual alcalde de Santiago, teniendo esa ciudad como su centro vital de operaciones y simpatías. Las mismas diferencias que a lo interno del peledeísmo debió vencer Martínez para alzarse con la candidatura morada sería otro factor para asegurarse la conformación de equipos de su entera confianza, dada las muestras de resentimiento que dejó ese proceso interno a su paso.
Cabe destacar que a la fecha, Margarita Cedeño, una de las contendientes en el certamen de escogencia interna, aun no se le ha visto saludando personalmente a Martínez tras el fallecimiento de su madre.
De hecho, el ahora ex coordinador de la campaña del PLD también deja entrever que no se han ejecutado determinadas tareas indispensables para impulsar la campaña de Abel Martínez, y utiliza específicamente el vocablo `dinamizar`, como queriendo significar que el proceso que encamina el PLD de cara a volver al poder luciría estancado y por demás necesitado de una sacudida.
Vale a pena poner de relieve que es el mismo García el que observa que la campaña del PLD se encuentra ante un grave reto, pues deberá enfrentar a dos candidatos con experiencia de estado y garras políticas como el presidente Luis Abinader y ex presidente Leonel Fernández.